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Resulta que hay un presidente de Europa, Marino Rajoy para más datos, que pide a los ciudadanos que no escrachemos porque resulta una intimidación en toda regla. Para empezar me he tenido que ir al diccionario, porque ese verbo no andaba en mi léxico (ni en el corrector del navegador). Compruebo en la R.A.E.:
1. tr. coloq. Arg. y Ur. Romper, destruir, aplastar.
2. tr. coloq. Arg. y Ur. Fotografiar a una persona.
Es decir es un verbo transitivo coloquial que se usa en Argentina y Uruguay, y resulta que lo utiliza el presidente de España. Es decir, aprendo de un presidente español una palabra que usan en el país donde resido actualmente... ¡el mundo al revés! Lo primero que pensé es que ya que utiliza expresiones latinas, mejor que hubiera dicho: "que no nos rompáis las bolas" que habría tenido el mismo resultado y además le habría entendido a la primera.
Pero en donde realmente le doy una matrícula de honor es cuando le veo decir: "La mayoría no puede ser coaccionada por una minoría", y es entonces cuando me pregunto, ¿por qué dice algo que no se aplica? La mayoría de los ciudadanos pidió unos cambios que no se han hecho (es más, se ha conseguido lo contrario), y ahora resulta que nadie puede escracharles (me sigue sin convencer el verbo).
Lo cierto es que a los políticos de España no hay que escracharles, hay simplemente que echarles. Pero a los de España y a los de medio mundo, porque hasta encima no son capaces que un país minúsculo pretenda lanzar misiles como quien baila sevillanas en un patio. ¿Pero sirven para algo estos dirigentes que tanto buscan separarnos?
Sí, sirven para que los escrachemos , porque se lo merecen.
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