San Luis de Potosí y Chivas de Guadalajara renunciaron a la Copa Libertadores molestos porque Nacional y San Pablo, sus respectivos rivales en los octavos de final, no quisieron viajar a México para los partidos de ida por la fiebre porcina.

La decisión fue comunicada hoy por la Federación Mexicana, que aseguró que estaban dadas las condiciones sanitarias para que los partidos se disputaran con total normalidad. Su presidente, Justino Compeán, recordó que esta semana el gobierno bajó el nivel de la alerta sanitaria y él habilitó el ingreso de espectadores a los estadios para los partidos de la liga local.

“Nosotros lo que vamos a pedir de primer punto es resarcir económicamente y deportivamente a los equipos mexicanos que creo que esta decisión de ellos, por supuesto avalados por nosotros es la correcta y no creo que nos afecte más adelante”, dijo.

La decisión ya fue comunicada a la Conmebol, la entidad que regula el fútbol continental, que clasificó directamente a Nacional y San Pablo a los cuartos de final de la Copa sin que hayan jugado un solo partido de los octavos de final.

Esta mañana, antes de que se tomara esta decisión, el presidente del San Luis de Potosí, Eduardo del Valle, dijo que no había motivos para no jugar en México. “Si nos quieren eliminar, que nos eliminen. No es justo, legal ni deportivo. Si no quieren venir es porque no quieren. No hay pretextos. Jugamos aquí en México o no jugamos”.

“Si nos quieren eliminar, que nos eliminen. No es justo, legal ni deportivo. Si no quieren venir es porque no quieren. No hay pretextos. Jugamos aquí en México o no jugamos”.

El entrenador del equipo, Luis Américo Scatolaro, declaró durante un debate radial con su colega de Nacional de Montevideo, Gerardo Pelusso, que tenía la impresión de que los uruguayos creen que en México “se muere una persona cada 50 metros”. “Créanos que estamos lo más bien, la gente, la ciudad…”, dijo.

Nacional se negó a viajar a México argumentando que no estaban dadas las garantías sanitarias para evitar un contagio. San Pablo, por su parte, se amparó en un resolución del gobierno brasileño que prohibe a las entidades deportivas competir en México hasta que la situación mejore.

Los partidos de ida entre San Luis y Nacional y Chivas y San Pablo, debieron jugarse la semana pasada pero la Conmebol decidió suspenderlos una semana a la espera de que la situación cambie. Empero, la Conmebol buscó sedes alternativas para que los dos equipos mexicanos oficien de locales, pero no tuvo éxito.

Ayer fueron consultados Nacional y San Pablo sobre la posibilidad de jugar en México. Hoy, ante la negativa, la Conmebol ofreció a los mexicanos definir sus respectivas eliminatorias con un solo partido, en Montevideo y San Pablo respectivamente. No quisieron y se fueron.