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Para ser feliz hay una fórmula perfecta, esta inicia con el primer paso de tu parte, ¿Qué debo hacer para ser feliz?
Las personas tendemos a interpretar lo que queremos en muchas ocasiones, cuando no escuchamos y sólo interpretamos no entendemos claramente lo que sucede y cuales son las cosas correctas o incorrectas.
Hoy no sólo soy hija también soy madre y puedo entender ambos lados de la balanza.
Como hija se entiende que los padres son los protectores, los guías de los hijos, que a su lado estarán bien y que nada malo puede suceder.
Como padres queremos proteger a nuestros hijos, darles lo mejor y que sean felices, muchas veces sacrificando nuestra propia felicidad siempre que nuestros hijos sean felices.
No en todos los casos los hijos y los padres reciben lo que desean o piensan que deben vivir juntos, la vida se encarga poco a poco de acomodar las cosas de tal manera que puede sorprender o asustar a cualquiera.
Las personas tendemos a confundir rencor con resignación, el rencor es un sentimiento negativo hacia otras personas mientras que la resignación es ya aceptar que cuando las cosas no van bien se deben tomar decisiones y que lo mejor es alejarse de lo que hace daño, ojo, quienes se resignan no sienten ningún tipo de sentimientos hacia aquello que les hace daño ya que de sentirlo esto sería rencor y no resignación.
Soy sobreviviente de tanto, que no vale la pena mencionar nada, pero lo que sí puedo es resignarme a recordar lo que me ha hecho daño y olvidar cualquier tipo de sentimiento hacia aquello que me ha dañado en el pasado para proteger mi futuro y tener paz lejos de los problemas.
Eh comprendido que los errores y las intenciones también son diferentes, un error lo comete cualquiera pero ojo, un error es caerse, tomar la pasta dental incorrecta, olvidar la fecha o simplemente peinarse del lado incorrecto, por eso cualquiera puede cometer un error.
Confundir rencor con resignación
Ahora bien, intenciones, cuando una persona deliberadamente se beneficia sin importarle dañar a otros, cuando a pesar de haber cometido una falta en contra de personas que sólo han ayudado se vuelve a cometer otro daño y posiblemente mayor que el anterior.
Creo en que los errores son corregibles, pero las intensiones vienen con la naturaleza de cada personas, la naturaleza de cada persona no se cambia solo se transforma o incrementa.
Muchos de nosotros hemos reído y llorado, otros solo ríen y otros solo lloran pero lo cierto es que tenemos el poder de decidir si reír o llorar, mantener a nuestro lado las cosas que nos hacen daño sólo por creer que todos se merecen oportunidades para seguir lastimándonos es masoquismo, y no pretendo ser masoquista, sé y creo en la paz de todos, sin hacer daño a los demás y cuando esto se rompe es mejor por la paz alejarse de lo que hace daño.
Cada uno de nosotros puede interpretar la vida como mejor le convenga, es justo después de sufrir poder reír a carcajadas y estar seguro que ninguna mala intensión opacará nuestra paz.
Como dije anteriormente, todos interpretamos lo que queremos aunque no sea verdad.
Es sencillo para quien agrede pedir perdón, esta palabra tan pequeña que pretende solucionar sufrimientos infinitos ocasionados por intensiones de personas que nunca cambiaran su naturaleza, es sabio del agredido decidir alejarse de estas personas que intencionalmente hacen todo lo posible por maltratar y sofocar la paz que tanto necesitamos.
No creo en el rencor, pero sí en la distancia, no creo en el perdón pero sí en cuidarse y respetarse siempre sin importar nada.
Confiar está bien, pero cuando la confianza se rompe una y otra y otra vez es importante mantener la distancia de todo lo que pueda dañar la paz.
Sí, todos cometemos errores pero no todos tenemos las mismas intenciones.
¿Eres de los que perdona ilimitadamente o te alejas?