La monotonía abarca parte importante de nuestro tiempo diario, a tal punto, de que muchas personas consideran que su vida toda es, una expresión de tiempo perdido entre responsabilidades y tareas cotidianas destinandose muy poco de ese valiosísimo tiempo al bienestar propio.

En el terreno sexual ocurre exactamente lo mismo.

Sobre todo en pareja, las personas relegamos el placer sexual en base a lo atareado de nuestras jornadas relegando, de esta forma, a un segundo o tercer plano, un aspecto que a lo largo de nuestra vida puede permitirnos reducir tensiones, frustraciones y aliviarnos la mente y el espiritu además de sanarnos corporalmente de una forma increíble.

La ingesta diaria de al menos un huevo posibilita una estimulación vigorosa de nuestro sentido por el sexo

La siguiente es una receta en la cual el factor tiempo, al menos el mínimo indispensable es fundamental para poner en practica nuestro desusado mecanismo de acción sexual.

Se debe preparar durante tres días consecutivos tres yemas de huvos crudos y batidas mexclarlas con media cebolla triturada.

Este preparado debe ingerirse en ayunas.

El resultado es una vigorosa respuesta a nivel sexual.

Se recomienda luego de esto, el consumo diario de al menos un huevo en ayunas y la ingesta de cebolla acompañada en una menor medida de la inicialmente utilizada.

Contrariamente alo pensado desde siempre los huevos no son tan nocivos para el colesterol y si son fundamentales en su consumo como energizantes relacionados especificamente con el área sexual.