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Frio Industrial permite a la industria alimentario y hostelera, mantener la cadena del frío de los alimentos desde su recolección o production hasta su consumo. La cadena del frío nos garantiza que vamos a consumir un producto con calidad, aspecto, sabor e higiene máximos
Conservar todo el tiempo la cadena del frió es de vital importancia para garantizar la seguridad alimentaria de los alimentos que vamos a consumir, es importante que todos los eslabones implicados, desde los agricultores, fabricantes y comercios la mantenga siempre intacta. Esta labor conjunta de nada serviría si el ultimo eslabón, el más importante, el consumidor, que debe también mantenerla igual de intacta y esmerarse en conservarla.
Esta cadena de frío se forma con cada uno de los procesos de refrigeración o congelación que son necesarios para lograr que los alimentos perecederos o congelados lleguen al consumidor en perfecto estado de conservación. Son todos los procesos que van desde su origen hasta el momento de consumo. Se llama cadena por que se compone de eslabones, estos eslabones son los cada una de las etapas y procesos que sufre un alimento desde su recolección hasta su consumo. Si alguno de estos elabores no se realiza o se realiza mal, toda la cadena se vería afectada, perjudicando la calidad y la seguridad del producto. Cuando se rompe la cadena del frío estamos facilitando el desarrollo microbiano, microorganismos que alteran el sabor, el aspecto y como elementos patógenos que son el desarrollo de enfermedades.
La cadena del frió garantiza la seguridad alimentaria de los alimentos que vamos a consumir
Frio Industrial
La aplicación del frío industrial permite la conservación de los alimentos. Con el frío se inhibe total o parcialmente los procesos que alteran los alimentos, como son la degradación metabólica y otras reacciones encimáticas. Existen dos tipos de conservaciones, la refrigeración usada en comercios y establecimientos hoteleros, también llamado frío hostelería, que permite conservar los alimentos a corte o medio plazo desde días hasta semanas. El otro tipo de conservación es la congelación que permite plazo mucho mayores.