
"La alternativa era: traíamos estufas o les dábamos números", dijo Jorge Polgar, presidente del BHU, ayer tras entregar los primeros 46 números a los interesados en las 72 viviendas y 43 cocheras que estarán a la venta desde mañana a las 13 horas. La fila había empezado a las 8 de la mañana del viernes, unas 77 horas antes de que el banco comenzara a llamar a ahorristas y no ahorristas por orden de llegada. Ese día un funcionario se encontró con Juan Carlos en la puerta y le avisó que el banco abría a las 13 horas. Pero él respondió que estaba haciendo fila para la venta de viviendas del lunes. El fenómeno se esparció con rapidez. Al mediodía una funcionaria y ahorrista del BHU desde hace 29 años, decidió quedarse en la fila al salir del banco. Desde allí llamó a sus hijos y empezaron a turnarse por el puesto armados de sillas, abrigo, comida, mate y termo, "las cosas necesarias para pasar el rato", contó la mujer, que prefirió no dar su nombre. Rosina pensaba ir al mediodía del domingo a hacer fila junto con su novio, quienes son ahorristas desde hace 4 años. Pero el viernes, al pasar por la puerta del BHU rumbo al trabajo y ver la fila, se quedó. Ni siquiera llegó a marcar tarjeta. Tenían visto un apartamento usado en Eduardo Acevedo y Constituyente que no estaban dispuestos a perder: "Lo vi, me gustó y lo quiero. Estas oportunidades salen cada tanto y las tenés que aprovechar, dijo Rosina. Ella desde la fila y su madre en la casa comenzaron a llamar a amigos en busca de alguien a quien le pudiera interesar pasar la noche guardando el lugar a cambio de dinero. Un vecino aceptó. Rosina ayer iba a quedarse de 13 a 23 horas, hasta que cerca de las 16 horas vinieron a avisarles que entregarían números. El suyo fue el 20. "Estos 72 apartamentos ya habían estado a la venta en el pasado (de julio de 2008 a febrero de 2009, junto a un paquete de unas 350 viviendas) y no se habían colocado. Ahora hicimos una operación de publicidad para hacer un buen negocio para el banco y para los clientes, y nos sorprendió la demanda que tuvieron", dijo Polgar en conferencia de prensa. Si bien las viviendas estaban a precio del mercado, despertaron interés en los ahorristas por la financiación hasta en 25 años con 6% de interés anual, así como en los no ahorristas, que deben pagar al contado, pero que en la última venta masiva no estuvieron incluidos. Además, muchas de las unidades son a estrenar. "La cuota es más baja que pagar el alquiler", contó Fernando, ahorrista del banco desde principios de los años 90. Ayer cerca de las 16.30 horas, con una sonrisa levantaba su silla plegable, termo, mate, y material de lectura que lo habían acompañado desde antes de las 14 horas del viernes, cuando empezó a hacer la fila. Aunque en realidad, quien vigiló el puesto toda la noche fue la madre. "Es una monstrua", acotó él. Fernando contó: "Tengo varios apartamentos en vista, sobre todo de dos dormitorios. Ya conseguí la seña prestada". La seña es de al menos el 20% del total del inmueble y era condición para hacer la reserva. Previendo que "la gente andaría con la plata en la fila", dijo Polgar, la directiva del BHU reforzó el servicio 222 del edificio central, aumentó el patrullaje e incluso contrató a dos policías encubiertos en la fila. También instalaron baños químicos, pero aun así les seguía pareciendo "peligroso para la gente", afirmó el presidente del BHU. Según Meteorología, la temperatura mínima en Montevideo en la jornada pasada fue de -0, 5º C. "Menos mal que tuvieron compasión", dijo María, quien ayer de tarde hacía fila para su hija y yerno. Él había pasado la noche a la intemperie y, pese a las frazadas y termo de café, "se heló", contó María. "Si no hacías la cola no ibas a tener la oportunidad de comprar un apartamento, por eso el sacrificio", explicó. Para Polgar, salir a dar números antes de la fecha y hora establecidas, no debería generar problemas: "Las reglas no cambiaron. Seguimos atendiendo por orden de llegada. Lo que le ahorramos a la gente es que hagan la cola". Cada cuatro horas contando desde las 20 de ayer, una escribana pública acompañada por funcionarios del banco y policías saldrá a entregar números para evitar las largas filas. "Si (el lunes) no estás a la hora que te llamamos, perdés el número", aclaraba una empleada al dar el papel que garantizaba la preferencia para elegir apartamentos. El mecanismo improvisado también aseguró que no se vendieran puestos en la fila. Un hombre no supo dar a la escribana el nombre, cédula ni dirección de la persona que compraría la vivienda, contó un funcionario. Es decir, estaba especulando con ganar dinero con el lugar.
Edificios vacíos generaban US$ 8.000 de gasto
Las 72 viviendas y 43 cocheras que no se habían vendido del "no tan exitoso Plan Fénix", dijo Polgar, implicaban para el BHU un gasto de unos US$ 8.000 por mes. Los mismos incluían desde servicio de vigilancia 222 hasta el pago de tributos. Ahora, con la puesta en venta, el banco estima otorgar créditos por entre US$ 2 y 3 millones. El precio de las viviendas fue fijado en base al mercado y no hay posibilidad de pujar por él. Quien obtiene el apartamento es aquel interesado con el número más bajo que cumpla con los requisitos. El lunes los que tengan número irán pasando de a uno para evitar que dos elijan el mismo inmueble. Raúl Giuria, ex director del BHU, dijo que el mecanismo de elección por orden de llegada no le parecía justo. En este sentido, contó que desde 2003 se había instaurado en el banco que, tras las inscripciones, los primeros en elegir eran los ahorristas con mayor puntaje. Luego de que todos ellos eligieran, se abría la opción para el resto del público.
Estos edificios generaban un gasto de U$S 8.000 al mes