El polen que penetra en las fosas en personas alérgicas, hace que las mismas fabriquen unos productos químicos llamados histaminas. Esto sucede más comúnmente en la primavera, otoño y verano donde el polen flota en el aire y produce la llamada fiebre del heno, que es una rinoconjuntivitis causada por la alergia al polen. La fiebre del heno también es conocida como rinitis alérgica estacional o polinosis y antiguamente se la consideraba una infección muy extraña, siendo que en la actualidad es uno de los trastornos inmunológicos más frecuentes en el ser humano.
Síntomas
- Tos seca.

- Silbido al respirar.
- Goteo nasal.
- Picazón en la nariz.
- Enrojecimiento y dolor de ojos.
- Picazón de garganta.
- Dolor de garganta.
- Sensación de picazón en el interior de los oídos.
- Presión y dolor en mejillas y frente.
- Dolor de cabeza.
- Gemido al inhalar.
- Ruido ronco al inhalar y exhalar.
- Silbido al respirar.
- Movimiento de las aletas nasales.
Tratamiento
- El mejor tratamiento es evitar los causantes de la alergia, o sea el polvo, el moho y el polen. Si bien es difícil eludirlos por completo, por lo menos tratar de no exponerse demasiado a los mismos.
- La toma durante todo un año de una cucharada de miel, de excelente calidad ha dado resultados increíbles, además de que no se necesitó inyectar nada; si se complementa con estadías cerca del mar el resultado es óptimo, ya que el aire marino no contiene casi alérgenos además que el permanecer una estadía en la playa con baños de mar salados, fortalecen todo el organismo.
- Inyecciones de extractos de alérgenos de aplicación subcutánea, con previo test en el paciente para saber a qué sustancia es alérgico. Este tratamiento presenta como gran desventaja la frecuencia de los inyectables y que además es un tratamiento a largo plazo, de por lo menos tres años. En ocasiones sucede que durante dicho tratamiento, se produce el cambio de alérgeno, es decir que los síntomas reaparecen, porque el paciente es ahora alérgico a otra sustancia.
- Los antihistamínicos funcionan bien para tratar los síntomas de alergias. Con frecuencia se utilizan cuando los síntomas no suceden muy a menudo o no duran mucho tiempo. Muchos antihistamínicos se pueden comprar sin receta en las farmacias. Hay que tener cuidado porque los mismos en ocasiones producen somnolencia y dificultades con el aprendizaje en niños.
- Los corticoesteroides nasales en aerosol son el tratamiento más efectivo para la rinitis alérgica. Para adquirirlos se necesita la receta del médico.
La mayoría de los síntomas de la fiebre del heno se pueden tratar, sin embargo, cuando se presentan afecciones más importantes, se requieren siempre vacunas para alergias. Algunas personas pero en especial en los niños, pueden superar una alergia a medida que el sistema inmunitario se vuelve menos sensible al alérgeno, pero, hay que saber que una vez que una sustancia le causa alergias, en general dicha sustancia sigue afectando a la persona por mucho tiempo.
Gabriela Nari | Editora de Suhijo.com