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Derechos sexuales y reproductivos de las mujeres: la clave para el desarrollo humano

02/05/2019 21:49 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

Se habla de desarrollo como una serie de cambios que llevan al mejoramiento del bienestar individual y colectivo. Para llegar a esto, la inclusión integral de todos y todas en este proceso es integral. Pero, ¿qué papel tienen los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en el desarrollo?

A través de la historia de la humanidad, el principal interés de los Estados fue el bienestar del Estado en sí mismo, no los individuos que lo conformaban. En un contexto en el que la propiedad privada y la seguridad personal estaba subordinada al soberano, quien tenía derechos absolutos sin límites, y en el que los individuos estaban a completa disposición de las clases dominantes, los Derechos Humanos se desarrollaron como una manera de valorizar a las personas en un sentido jurídico como seres humanos. Con el paso del tiempo, estos derechos fueron expandiéndose, y podemos identificarlos y clasificarlos en cuatro generaciones.

La primera generación de Derechos Humanos son los derechos Civiles y Políticos, estos incluyen la libertad de expresión y opinión, la propiedad personal, equidad ante la ley, control ciudadano sobre la administración, etc., a través de documentos como: la Carta Magna de 1215, la Petición de Derechos de 1628, la Carta de Derechos de 1689, la Declaración Americana de Independencia de 1776, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de Francia en 1789, la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Estos documentos son de gran importancia porque establecieron formas de limitación al poder absoluto y proveen de autonomía personal al individuo. La segunda generación de Derechos Humanos se refiere a los derechos Socio-Económicos y Culturales, como el derecho al trabajo, el derecho a la educación, libertad de asociación, derechos sociales (seguridad social, pensión, servicios médicos), etc. La tercera generación de Derechos Humanos son los llamados Derechos Solidarios, que se refieren a los derechos que no son solamente individuales, pero colectivos, que incluyen el derecho de los pueblos a la autodeterminación, los derechos de las minorías sexuales, étnicas, religiosas y lingüísticas, entre otros. Por último, podemos hablar también sobre una cuarta generación, que incluye derechos relacionados a la ingeniería genética, en los que se reconocen o prohíben algunas actividades, como la prohibición de la clonación, los límites de intervención en las características genéticas de la persona, el debate de la eutanasia, entre otros temas. Con el desarrollo de estas diferentes generaciones vino la expansión e internacionalización de los Derechos Humanos, acompañado de un constante debate sobre lo que debe de ser garantizado para proporcionar a cada humano los medios necesarios para desarrollarse plenamente y tener una vida digna.

En este contexto, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres representan un tema importante en el tema de desarrollo y dignidad, ya que estos derechos no son garantizados en la mayoría de los países y son fundamentales. Los derechos sexuales comprenden un rango amplio de problemas, como autonomía corporal, acceso a educación sexual, violencia de género, derechos reproductivos, mutilación genital femenina, matrimonio precoz y forzado, entre muchos otros temas.

Sistemas de salud subdesarrollados que son incapaces de atender completamente las necesidades de las mujeres y problemas de género se traducen en complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto, enfermedades de transmisión sexual y abortos inseguros, problemáticas que son en su mayoría prevenibles. Otra manera de obstruir estos derechos es negar el acceso a servicios que sólo las mujeres requieren, como el aborto y cuidados durante el embarazo y parto. Estos derechos también son violentados cuando las mujeres son sujeto de mutilación genital y matrimonio, pues estas prácticas van en contra del derecho a la vida, a ser libre de tortura, salud y libertad, que también están estrechamente ligados a los derechos sexuales de las mujeres.

De acuerdo con el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, el derecho a la salud para las mujeres también incluye intrínsecamente los derechos sexuales y reproductivos. A pesar de las obligaciones que esto implica para los Estados, las situaciones que han sido mencionadas previamente suceden regularmente en la actualidad.

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En este tema, cuando hablamos sobre desarrollo, nos referimos a una serie de procesos de cambio que en última instancia llevan al mejoramiento de bienestar individual y la vida social en general. Los derechos sexuales y reproductivos son indispensables para el desarrollo de las mujeres y, más allá de esto, para el desarrollo como un proceso global. El acceso a la educación, servicios sanitarios de calidad, incluyendo la accesibilidad de productos menstruales, la ausencia de violencia sexual y de género, incluyendo prácticas tradicionales nocivas, contribuyen al desarrollo general de las mujeres, incluyendo su empoderamiento y la realización de la equidad de género. Las mujeres que no tienen acceso a lo mencionado tienen menores posibilidades de aprovechar oportunidades que se les presentan en sus vidas.

Se convierte casi imposible para las mujeres superar o vencer estas barreras de género en términos de desarrollo social, participación económica y participación política y pública. Las barreras de movilidad social, recursos económicos insuficientes y normas sociales, son factores que juegan un rol importante en la limitación del desarrollo de las mujeres. Como fue mencionado anteriormente, todos estos llevan a menores oportunidades y una menor capacidad para participar fuera de sus hogares. Aunado a lo anterior, todos estos factores también son impulsados por la ausencia de los derechos sexuales y reproductivos, que limitan aún más su desarrollo.

.A las mujeres se les impide perseguir oportunidades económicas formales por múltiples razones, como las normas sociales y leyes discriminatorias. De acuerdo con el Banco Mundial, incluir a las mujeres en posiciones de poder, incluyendo a la política, discusiones de paz y seguridad y aumentar la paridad de género, va de la mano con estabilidad política y la reducción del uso de la violencia para resolver conflictos. Estos dos factores son clave para el desarrollo social. Además, los países con una mayor participación de mujeres en la fuerza laboral se relacionan con un mayor Producto Interno Bruto (PIB), como Canadá y Noruega, y países con una menor participación de las mujeres en la fuerza laboral tienen un menor PIB, como la India y Mozambique. Países con un mayor PIB y un empoderamiento económico alto para las mujeres demuestran niveles más bajos de violencia internacional, y son menos propensos a utilizar la fuerza militar para resolver conflictos internos. De acuerdo con el Banco Mundial, si los hombres y las mujeres participaran equitativamente en la economía, resultaría en un aumento de hasta 28 trillones de dólares, o el 26%, del PIB global para el 2025.

Noruega es reconocido internacionalmente por sus esfuerzos de mejorar los derechos sexuales y reproductivos a través del apoyo a la salud de las mujeres y el aborto, ya que provee ayuda internacional para promoverlo. Además, están comprometidos a la realización plena de los derechos sexuales y reproductivos de las niñas y las mujeres, y lo ve como una prioridad. Hoy en día, tiene el primer lugar en el Índice de Desarrollo Humano y el Índice de Desarrollo de Género. Este país es un ejemplo de la relación que existe entre la realización de los derechos sexuales y reproductivos, el desarrollo de las mujeres y el desarrollo en general; en nuestra búsqueda del desarrollo humano, necesitamos ver que los derechos sexuales y reproductivos son una prioridad para lograrlo.

Cuando hablamos de Derechos Humanos, la equidad de género es un elemento central. Hasta hace poco, los derechos de las mujeres se han discutido bajo una perspectiva limitada, excluyendo la sexualidad de la equidad de género y el empoderamiento. La sexualidad y la salud reproductiva son fundamentales cuando discutimos el tema de Derechos Humanos y el desarrollo porque son necesarias para el desarrollo de la mujer y su empoderamiento, y el desarrollo en general de la sociedad. Hoy en día, la realidad es que la desigualdad de género está generalizada, las mujeres siguen siendo discriminadas de manera desproporcionada y los Estados no están llevando a cabo su trabajo para proveer seguridad social y los medios necesarios para asegurar su bienestar. Necesitamos cambios en nuestras normas sociales y gobiernos que garanticen que los derechos sexuales y reproductivos para las mujeres sean una realidad.

 


Sobre esta noticia

Autor:
Carolina Cebreros (6 noticias)
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6214
Tipo:
Reportaje
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Distribución gratuita
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