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Los mismos argumentos insustentables de siempre
Hebert Gatto, político del partido independiente, en una nota de opinión publicada en El País (Uruguay), dejó muy en claro la ignorancia y la manipulación con respecto a un tema tan machista como lo es la nueva ley de aborto, que el gobierno uruguayo discute por estos días.
“Casi al filo del receso parlamentario el Senado sancionó el proyecto de despenalización con el voto frentista (…).De esta forma las mujeres ganaron media batalla de su larga guerra. Si todo sigue bien, podrán disponer de su mente, su cuerpo y de sí mismas, un paquete de prerrogativas que hasta ahora les estaba parcialmente negado.”
Nombrar a las mujeres, como si todas quisiéramos que el proyecto de ley del aborto se aprobara, es un insultante absurdo y una falacia sin escrúpulos. No hay decisión más machista y excluyente que querer matar a un niño en el vientre materno y hacerle creer a la madre que es SU decisión.
Nadie en Uruguay puede disponer de su propio cuerpo con TODAS las libertades, o acaso ¿yo puedo prostituirme en libertad?, ¿puedo ir a un hospital y pedir que me mutilen para no utilizar instrumentos sin esterilizar caseros?, ¿acaso puedo quitarme la vida, sin que esto deje de ser ilegal? Y si así fuera, el cuerpo del feto no es el cuerpo de la madre, la carga cromosómica es diferente, estamos hablando de otro cuerpo. De modo que, aún teniendo todas las garantías y todas las libertades sobre mi cuerpo, no podría realizarme un aborto ya que eso sería atacar a otra persona. Mis libertades terminan donde empiezan las del otro, y ese otro que no soy yo, es mi hijo.
“Vivimos en una democracia donde al Estado no le competen asuntos como la vida (…) ellas nos corresponden a nosotros, los ciudadanos.”
Dada la ignorancia de éste abogado, dirigente del partido independiente uruguayo, iluminemos un poco semejante disparate.
La vida, como derecho humano fundamental, está protegida por la Constitución en el art. 7. Dicho artículo dice: "Los habitantes de la República tienen derecho a ser protegidos en el goce de su vida, honor, libertad, seguridad, trabajo y propiedad. Nadie puede ser privado de estos derechos sino conforme a las leyes que se establecieren por razones de interés general."
Tomando éste artículo, y el 4° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, recogida por nuestro ordenamiento jurídico en la "Ley de Amnistía", y que menciona que la vida comienza desde la concepción, tenemos una protección jurídica de la Vida desde ese momento.
El pobre argumento de seguir usándolo, estaría habilitando el infanticidio desde la concepción hasta los dos años de vida extrauterina
El Estado no se puede meter en el ámbito personal del individuo, pero en el caso del aborto, no se está metiendo dentro de dicho ámbito, sino que está protegiendo los DD.HH. de otro individuo que está en formación. Y así como dice que el Estado no debe inmiscuirse en la vida personal de los individuos, sino que eso le "corresponde a los ciudadanos", pues al Estado es a quien le corresponde defender los DD.HH., y no a los ciudadanos determinar cuál D.H. debe respetarse y cuál no.
“A la libertad de los ciudadanos sólo la limita el daño a terceros. Por lo cual la interrupción del embarazo practicada cuando y donde corresponde, no perjudica a nadie.”
Para empezar, saquemos términos que no podemos sustentar; interrumpir algo significa que más tarde se retomará la acción interrumpida. Cuando hablamos de un aborto no hay reanudación posible más tarde, la vida cuando se aborta, muere.
“No cabe duda que el feto es vida, pero ¿es persona? La pregunta no admite una respuesta definitiva.”
La respuesta definitiva está dada en el pacto de San José de Costa Rica, que han firmado varios países entre los cuales Uruguay está incluido. Allí el art. 4 cita que el individuo es persona desde su concepción. Reconociendo internacionalmente que el argumento queda invalidado desde el momento que, como Estado, se ha reconocido al individuo desde su concepción como una persona.
“La mayoría de los especialistas sostienen que hasta pasadas las doce semanas de su concepción, no tiene un sistema nervioso diferenciado o centralizado. Ni conciencia de sí, ni conciencia de ninguna clase. Aunque no por ello deja de ser tejido vivo y un ser en potencia.”
El tubo neural, estructura precursora del sistema nervioso central, comienza a formarse a partir de la etapa de gastrulación, durante la 3ra semana de gestación. ¿Cuándo acaba de madurar completamente ese sistema nervioso en el ser humano? ¡¡Hacia el 2do año de vida extrauterina!! El recién nacido de una semana (o dos semanas, o un mes, o dos meses, o un año), tampoco tiene un sistema nervioso maduro, pues la mielinización de los nervios periféricos por parte de los oligodendrocitos no culmina sino hasta los 2 años de vida extrauterina. Habida cuenta, además, de que sus incontables circuitos no acaban de establecerse hasta aproximadamente los 6 años de vida extrauterina, y que su desarrollo prosigue tanto como durante su adolescencia hasta alrededor de los 20 años, el pobre y en absoluto sorprendente alegato de que "el sistema nervioso no está maduro" está tan difundido entre los defensores del aborto por una razón: ignoran algo tan sencillo como la maravillosa posibilidad de consultar cualquier texto básico de embriología médica. Por lo cual el pobre argumento, de seguir usándolo, estaría habilitando el infanticidio y el homicidio desde la concepción hasta los 20 años de vida extrauterina.
“La interrupción del embarazo, practicada en tiempo y lugar, no perjudica a nadie.”
Perjudica, mínimo, a dos personas: la madre y el hijo. La madre, aún asegurándose un excelente lugar para la práctica, tendrá secuelas en las que pueden ser: cáncer de mama, ovarios, hígado y cuello uterino; desgarros cervicales, placenta previa en futuros embarazos, recién nacidos discapacitados en posteriores embarazos, embarazos ectópicos, afección inflamatoria pélvica, endometritis, además psicológicamente tendrá estrés post-traumático, recuerdos del momento del aborto, proyecciones de cómo sería su hijo/a, suicidios, y en algunos casos, hasta la muerte. Esto sin hablar del feto que directamente se ve perjudicado con la muerte.
Lamentable la nota de Hebert Gatto que lejos de informarse correctamente, salió a repetir cual loro todos los argumentos sin sustento que fue escuchando por ahí, sin tener la capacidad de discernir, investigar y razonar los dichos que terminaron impresos.