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Danubio venció 3 a 1 a Wanderers y Alvaro Recoba deslumbró a los asistentes con su magia, la que contagió a sus compañeros
Danubio venció 3 a 1 a Wanderers en el Prado en el partido matinal del domingo y Alvaro Recoba deslumbró a los asistentes con su magia, la que contagió a sus compañeros para que los de Maroñas, poco a poco, recuperen el estilo de juego que le gusta a su hinchada.
La soleada mañana del Viera comenzó con el local manteniendo la pelota en su área para intentar subir por la izquierda, pero rápidamente, a los seis minutos, Diego Perrone, quien fue titular tras confirmarse la lesión de Daley Mena, aprovechó un rebote de una remate de Jorge García y tras acomodarla, la mandó directo a la red, para el 1-0 a favor de los de la Curva.
Unos minutos después, a los once, Cáceres fue correctamente expulsado tras un fuerte foul a Matías Quagliotti. Sin embargo, el hombre de menos no se notó, gracias al buen juego de García, quien fue enviado al fondo para que eso fuera posible.
Sobre los 20 el show de Recoba predominó en el Prado: moñas, tacos, desbordes con gran velocidad por las bandas y hasta un caño. Por esos momentos Wanderers se asomaba al área y el arquero Goicoechea tuvo mucha actividad con los balones que le entraban por la izquierda, hasta que el ex Tricolor Luís Oyarbide logró deshacerse de la marca de García y empatar el partido y de ahí en más se dio un ida y vuelta electrizante, con más fútbol de la Franja pero buenos intentos también del local.
La magia no cesó, a pesar del cansancio y de un fuerte golpe en la rodilla, Recoba seguía teniendo el imán con la pelota
Para el complemento, los dirigidos por Daniel Carreño tuvieron muchas ideas y pero los nervios y la salida inexplicable de Agustín Peña le jugaron en contra y no pudieron parar el libro mágico de Recoba y su valet y a los 63 minutos de juego, un excelente pase del Chino para Diego Perrone, que este envió como centro a la cabeza de García, terminó en el 2 a 1 de Danubio.
El local intentó frenar a Recoba y Perrone con duras faltas, una de las cuales llevó a la expulsión de Darío Ferreira y ya con Laserda en la cancha, conectando por el medio para Charquero, volvió a crear peligro al arco de Goicoechea, quien respondió muy bien.
Y la magia no cesó, a pesar del cansancio y de un fuerte golpe en la rodilla, Recoba seguía teniendo el imán con la pelota y a los 75, tras recibir un pase en la media luna, acomodó la pelota, levantó la cabeza y con la zurda que hace unos años dejó maravillados a los italianos, la colocó directamente en el fondo de la red, para el 3 a 1 definitivo.
Danubio ganó así su tercer partido consecutivo y mejoró el fútbol mostrado desde que comenzó el campeonato. Sigue con chance de entrar a la liguilla y todos en la Curva celebran que la Franja volvió a jugar al fútbol, dejó atrás el pelotazo, y su hijo pródigo, sigue haciendo todo por el club, dentro y fuera de la cancha.
Sobre los 20 el show de Recoba predominó en el Prado: moñas, tacos, desbordes con gran velocidad por las bandas y hasta un caño