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Hay una cualidad, una forma de ser y de comportarse que triplica las bondades de las personas y su valor intrínseco. Cuando estás con una persona humilde, te sientes tan bien que en realidad casi no puedes creerlo...,
La humildad no creo que esté lo suficientemente valorada, pero con diferencia es una de las virtudes o comportamientos que más benefician a todos y a todas las actividades de la sociedad y de la vida.
Cuando una persona es humilde y no se jacta siempre de sus cualidades, de sus conocimientos, no se pasa la vida reivindicando lo que hace bien, buscando el aplauso de los demás, las personas que gustamos de eso nos encontramos en nuestra salsa, somos naturales y no necesitamos impostar.
No tener que estar todo el día reivindicando lo buenos y listos que somos en cualquier actividad es algo maravilloso.
Quiero decir que hay que hacer las cosas desde la normalidad y hacerlas lo mejor posible como algo de obligado cumplimiento mental, pero no para que nos den una medalla, ni nos feliciten.
El orgullo supongo que debe de ser algo más interno, que debe de pertenecer al ámbito personal de cada uno, a la satisfacción de lo bien hecho.
Vivir en una empresa, en una sociedad en la cual las personas sean normales y no se pasen la vida ilustrándonos con sus éxitos y su orgullo triunfante es algo muy bueno para la mente global de todos.
No estoy abogando porque las personas no están contentas de lo que hacen y se sientan orgullosas, lo que no me gusta, lo que no entiendo ni creo que sea normal, es ese tipo de personas que se pasa la vida echándose flores desde que amanece hasta que se duermen.
Ese tipo de gente que te dice lo que hace, pero nunca mira lo que tu haces, que valora sus trabajos pero nunca los de los demás, se hace insufrible.
Lo cierto es que intento huir de ese tipo de personalidades, pero normalmente cuanto más despegados te ven del aplauso hacia ellos y menos caso les haces, más te persiguen y más rollo intentan meterte.
Si me hablas de tus éxitos y te vas sin escucharme, que sepas que no te voy a prestar atención nunca más amigo. Buffffff
No pueden entender que no les halagues, que no les aplaudas, porque ellos son lo mÁS..
Soy partidario de decir a los demás de vez en cuando que hacen las cosas bien, creo que es algo humano felicitar y apoyar las cosas bien hechas, no obstante si esas personas a las que felicitas jamás devuelven la alabanza, algo huele a podrido en Dinamarca....
Si algunas personas nunca halagan a los demás, no es porque los demás nunca hagamos nada bien, es porque tienen el ego muy alto, muy crecido.
Son personas egoístas y narcisistas y para que te escuchen y entiendan lo que les dices, debes casi obligarles a oírte, porque ellas sueltan su perorata y se largan.
Pero no debemos de permitirlo, y si lo hacen más de una vez, a la siguiente te das la vuelta y te vás, sin más explicaciones y si no entienden el mensaje, es que además de soberbios es que son cortos de entendederas.
La humildad es algo tan agradecido que cuando estás con gente así, se te ríen los huesos y tu cara refleja la alegría de vivir.
Es tan sencillo de entender, pero tan difícil de encontar personas así.
Bueno, esperemos que las personas elijan ese camino y abandonen el orgullo vacio y fatuo, y así todos podemos compartir nuestras historias de éxitos y fracasos sin ningún problema de estima propia.
Salud.