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G. Abella, con meridiana claridad esplica el papel de Artigas y el artiguismo hoy.
PRIMERA CHARLA SOBRE ARTIGAS,
dada por Gonzalo Abella de la UPJL el 23 de Setiembre de 2008.
Ninguna revolución ha podido desconocer su propia historia local. Uno ve los grandes dirigentes de todos los tiempos, y uno de sus atributos es tener un profundo conocimiento de las raíces de su propio pueblo. Y estamos hablando de Chávez, que mete a Bolívar a cada rato; estamos hablando de Fidel que habla de José Martí; estamos hablando de Lenin, que se conocía de memoria los pensadores revolucionarios del siglo XIX de la Rusia Zarista, pero podemos hablar de Artigas, que no por casualidad gente que lo vio de afuera dijo: conocía el corazón de sus paisanos como nadie. Y no era porque anduviera a caballo; por lo menos no era sólo por eso, se trata de una cosa mucho más profunda. Por lo tanto, instalar un grupo de estudios artiguistas en un local de la Asamblea Popular es altamente augural y esperanzador.
Porque ustedes también tiene que saber que “nada podemos esperar sino de nosotros mismos”, Frase que, entre paréntesis, Artigas no se lo dijo a un universitario de Córdoba, se lo dijo a un gaucho de Salta, que se llamaba Güemes. Martín Güemes, el que organiza la Guerra Gaucha en el norte argentino, obligando a los estancieros a pagar tributos que fue lo que financió la campaña de San Martín. Buenos Aires no le daba plata a San Martín, y el gaucho Güemes hace la Guerra Gaucha, obliga a pagar tributo a los estancieros y con eso junta dinero para que San Martín cruce los Andes. Y es a Güemes que Artigas le dice “Nada podemos esperar sino de nosotros mismos”.
Bueno, hoy es un día particular porque es aniversario de la muerte de Artigas, o, como dicen los guaraníes – cosa que se ha deformado bastante, el sentido original es precioso- “a los abuelos buenos no se los entierra, se lo siembra”. De alguna manera siempre están germinando.
Entonces la propuesta que habíamos hecho la vez pasada es hacer dos reuniones; esta sería la primera, y una segunda para contextualizar la gesta artiguista, dar algunos rasgos de sus etapas; y después, con ese contexto más la bibliografía que ustedes consulten, dedicarse de lleno a una lectura crítica y directa de los documentos artiguistas. Algunos de ellos son de fácil acceso, otros no tanto, pero podemos, fotocopiando, armar todo. Las cartas de Artigas, las Instrucciones del año XIII, la oración de abril que es fantástica, el Reglamento de Tierras , el proyecto de Constitución para la Provincia Oriental que hace en Villa Guadalupe. Entonces hay que empezar a fotocopiar, y esos documentos, yo les aseguro a ustedes que hasta reunidos en subgrupos, identificando preguntas, certezas, cosas que… van a descubrir un montón de cosas. En los documentos nacidos entre 1811 y 1815 verán el delicado equilibrio verbal que hace Artigas para no acelerar una ruptura con el sector estanciero, terrateniente y esclavista en momentos en que la contradicción fundamental es contra el colonialismo español. Y cómo, después del 15, ya no… Es una forma de decirlo, que entre 1811 y 1815, en el proceso revolucionario oriental, entre batalla de Las Piedras y el Reglamento podríamos llamar, hablando con palabras de Lenin, que hay una dualidad de poderes en el campo revolucionario, expresada por los fogones, que son el ala radical, y por los cabildos, que conforman el ala moderada. Y que esa dualidad de poderes se rompe en 1815 con un reglamento de tierras que, a pesar de lo moderado, es la gota que colma el vaso y que hace que los cabildos reciban a Lecor con flores y que en cambio los fogones se radicalicen y que Artigas sea, de 1815 hasta 1850, el Artigas de los fogones. (No hasta 1820, sino hasta 1850)
A mi me parece que para entrar en tema , les envié una pauta por correo electrónico, que tenía cuatro puntos:
Primero, entender la época, la fase del capitalismo mundial en el cual a
Artigas le toca actuar.
Ninguna revolución ha podido desconocer su propia historia local.
Segundo, el contexto latinoamericano, que es muy importante desde el punto de vista político. El Virreinato…
En tercer lugar lo que significaba América Latina del siglo XVIII, o sea por el 1700 –Artigas nace en 1764-, Artigas es un hombre del siglo XVIII. Cuando la batalla de Las Piedras ya tiene 46 años. En ese momento él está trabajando políticamente por las mayorías, ya desde hacía 15 años, por lo menos, hasta bajo su fachada militar. Pero el contexto de ideas y de nuevos sueños de las grandes mayorías es lo que debemos recrear. Este tercer aspecto es muy importante, porque si uno lee la historia oficial, Artigas es el lectoescritor de ojos azules, que sale a la campaña e ilumina, ilumina a un pueblo de brutos, que entonces por instinto de libertad, lo siguen. Cuando en realidad Artigas es alumno de una propuesta que ya está madura cuando él tiene 14 años, donde ya se ve “a los indios formar el escuadrón y aprontar los morenos el corazón”. Porque además había habido guerras contra el colonialismo. Y había estado Tupac Amaru y había estado el negro Zumbí , y había estado Sepé Tiarajú; de eso tenemos que hablar. Y había habido, dentro de las misiones jesuíticas una ruptura de la Orden Jesuítica y un grupo de jesuitas que habían hecho una relectura cristiana, no desde el Vaticano sino desde las catacumbas, y que habían transferido a los indios guaraníes y a su colectivismo agrícola, toda la tecnología de guerra de Europa, hasta la fabricación de pólvora… Entonces, todo eso, que es el contexto.
Y por último, dedicarnos un poquito a las etapas en el proceso revolucionario de Artigas hombre, desde los 14 años, en que hace una opción –rompe con su clase social, se va al campo-, hasta 185
0 pasando por todo el trabajo de redes populares que él organiza como blandengue, como jefe civil de un pueblo armado y desde el Paraguay, que es lo que a nosotros menos nos cuentan. Porque si nosotros buscamos los documentos de Artigas, parece que Artigas aprendió a leer y escribir en 1811, siguió escribiendo hasta 1815 y después perdió toda capacidad lectoescritora, ¿no?... ¡Y vivió hasta 1850!
Entonces, yo no sé qué opinan ustedes de la pauta… si este criterio de exposición para empezar hoy con esto vale, o si ustedes plantean algo que no se entendió de los que leyeron la pauta que yo mandé, alguna reflexión…
(Alguien interviene)
Hay acuerdo para empezar así. Entonces yo voy a hacer una cosa: voy a hablar de la época que le toca vivir a Artigas. No el siglo XIX sino el XVIII, en el que él se forma y en que madura su ideología, y vamos a tratar de entender; pero por favor, a veces uno, que está muy metido en esto da por obvio cosas que no lo son. Entonces, por favor, interrúmpanme, y si ustedes ven que yo omito algo que es importante, que es muy probable, porque es un tema muy complejo, así va a ser más divertido.
Ninguna revolución ha podido desconocer su propia historia local. Uno ve los grandes dirigentes de todos los tiempos, y uno de sus atributos es tener un profundo conocimiento de las raíces de su propio pueblo.
proxima entrega