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Varios científicos han apoyado la teoría sobre la la existencia del “amas absoluta”. Es decir que el Pentágono posee ya un arma capaz de crear huracanes, desencadenar terremotos, lluvias torrenciales, controlar el clima a su antojo
Varios científicos han apoyado la teoría sobre la la existencia del “amas absoluta”, en poder del Imperio. Es ecir que el Pentágono posee ya un arma capaz de crear huracanes, desencadenar terremotos, lluvias torrenciales, controlar el clima a su antojo
.Anque por ahora Donald Trump se limite a hablar de lo nuclear, misiles, etc…Los sabios indican que se trata de acciones y proyectos encaminados por el programa secreto HAARP (por sus siglas en inglés Hard Frequency Active Auroral Research Program), fenómeno auspiciado por Estados Unidos.
En 1907 el científico Nikola Tesla diseñó la famosa Torre de Tesla, la cual generaba ondas electromagnéticas hacia cualquier parte de la ionósfera, rebotando en ésta y para dirigirse posteriormente a cualquier sitio de la Tierra. Se creía en ese entonces que la torre era un arma climática, capaz de crear tsunamis, sin embargo, jamás se usó en las guerras o por lo menos eso se dice oficialmente.
Sería un escándalo global confesar la existencia del hombre capaz de cambiar el clima, ¿pero es que no está cambiando?
El proyecto HAARP podría utilizar los mismos principios para manipular el clima, hasta el grado de crear múltiples desastres naturales, incluyendo terremotos.
Según el portal digital de noticias Blasting News, el proyecto HAARP es un misterioso programa compartido entre la Fuerza Aérea y Naval de Estados Unidos, cuyas instalaciones de investigación se encuentran en Alaska y su costo asciende a 400 millones de dólares, alto para el supuesto estudio del clima
El último sueño militar es el arma de destrucción masiva: “Poseer el clima” para manejar el mundo a lo militar. Las técnicas de modificación medioambiental (ENMOD) para uso militar constituyen, en el momento actual de Guerra Global, el último arma de destrucción masiva. Rara vez se admite en el debate civil sobre el cambio climático global, que el clima mundial puede ser modificado desde ahora como parte de una nueva generación de armas electromagnéticas sofisticadas.pero se sabe que tanto Estados Unidos como Rusia han desarrollado la capacidad para manipular el clima con fines militares. Las técnicas de modificación climática han sido aplicadas por el ejército de Estados Unidos durante más de cincuenta años. El matemático americano John von Neumann, junto con el Departamento norteamericano de Defensa, iniciaron la investigación sobre la modificación climática a finales de 1940, en el zenit de la Guerra Fría, y anticiparon “formas de guerra climática totalmente inimaginables”. Durante la guerra de Vietnam se usaron las técnicas de siembra de nubes, en 1967 con el proyecto Popeye, con el objetivo de prolongar la estación de monzones para bloquear las rutas de abastecimiento del enemigo a lo largo de la Senda Ho Chi Minh.¿Fue un fracaso?. El ejército Norteamericano ha desarrollado potenciales que le permiten alterar los patrones climáticos de forma selecta en Vietnam y quizás en Irak.No quieren mencionarlo. La tecnología, que se ha perfeccionado con el Programa de Investigación de Alta Frecuencia Auroral Activa, es sólo un apéndice de la Iniciativa Estratégica de Defensa – “Guerra de las Galaxias”. Desde el punto de vista militar, HAARP es un arma de destrucción masiva, operando desde el espacio exterior(quizás la ionosfera) y capaz de desestabilizar los sistemas agrícolas y ecológicos en el mundo.
De acuerdo con el documento de las Fuerzas Aéreas AF 2025, Informe Final, la modificación climática “ofrece al guerrero un amplio abanico de opciones para derrotar o doblegar al adversario”; opciones que incluyen generar inundaciones, huracanes, sequías y terremotos. Este informe asevera que la modificación climática formará, a ciencia cierta, parte de la política de seguridad nacional, con aplicaciones domésticas e internacionales y podrá llevarse a cabo de forma unilateral… en aplicaciones ofensivas y defensivas, o incluso con fines disuasorios. La capacidad para generar precipitaciones, niebla, tormentas o de modificar el clima espacial… y la producción de un clima artificial son parte de un conjunto de tecnologías (militares) integradas. En 1977, la Asamblea General de las Naciones Unidas ratificó un Convenio Internacional por el que se prohibía el uso militar u otros usos hostiles de técnicas de modificación medioambiental con efectos amplios, duraderos o severos” Definiendo “técnicas de modificación medioambiental” como “toda técnica para cambiar, - a través de la manipulación deliberada de los procesos naturales – la dinámica, composición, o estructura de la tierra, incluyendo su biota, litosfera, hidrosfera, y atmósfera o espacio exterior.” De acuerdo con el Convenio sobre la prohibición de uso militar u otros usos de técnicas de modificación medioambiental: El término “técnicas de modificación ambiental” alude a toda “técnica para cambiar, a través de la manipulación deliberada de los procesos naturales – la dinámica, composición, o estructura de la tierra, incluyendo su biota, litosfera, hidrosfera, y atmósfera, o espacio exterior.” (Convenio sobre la prohibición de uso militar u otros usos de técnicas de modificación medioambiental. Naciones Unidas, Ginebra: 18 de Mayo de 1977). Mientras la esencia del Convenio de 1977 fue ratificada en el Marco de un Convenio de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC) firmado en 1992 durante la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro, el debate sobre la modificación climática para uso militar se ha convertido en un tabú científico. Los analistas militares y científicos permanecen mudos sobre el tema. Los metereólogos y los ecologistas no lo están investigando, y los medioambientalistas están centrados en las emisiones de gases de efecto invernadero en línea con el Protocolo de Kioto y luego la Cumbre de Paris. Probablemente el presidente Donald Trum sabe de sobra eso, pero no quiere mencionarlo porque podría perder su empleo de oro.