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Estreno. "Amante accidental" cuenta la historia romántica de una pareja algo despareja
GUILLERMO ZAPIOLA
El estrellato de Catherine Zeta-Jones es probablemente el primer gancho de "Amante accidental", comedia dirigida por Bart Freundlich en la que también actúan, entre otros, Justin Bartha y Kelly Gould, y que se estrena mañana.
Catherine encarna a una "perfecta ama de casa de pueblo chico", buena madre, esposa fiel, cuyo universo se derrumba cuando descubre que su marido la engaña. Todo indica que es además una mujer decidida, porque cuando averigua lo que está pasando no vacila: agarra a sus dos hijos, se muda a Nueva York y decide empezar una nueva vida. En la Gran Manzana conocerá a un veinteañero (Bartha), recién graduado de la Universidad, que está en la etapa del "bajón": no le llevó demasiado tiempo descubrir que su reciente esposa francesa se casó con él exclusivamente para obtener una visa, y ahora es un flamante divorciado. El muchacho tiene dos empleos, y pronto se estará ocupando también de cuidar a los hijos de Catherine, quien a su vez ha sido contratada por una cadena deportiva de Nueva York.
Catherine ha decidido que el romance ya no es para ella, pero las situaciones comienzan a armarse de manera casi natural: la mujer, el muchacho y los niños forman una suerte de familia improvisada, la amistad empieza a convertirse en amor, y la despareja pareja se verá muy pronto enfrentada a la oposición de varios amigos que esgrimen, sin demasiada injusticia, la larga lista de razones por las cuales ella y Justin no deberían estar juntos. Ya se sabe, empero, que las razones del corazón no suelen ser muy razonables.
El director y libretista Freundlich, quien declara su admiración por Woody Allen y por El graduado, ha contado que su primera idea fue el personaje del joven interpretado por Bartha, que se llama en el film Aram Finkelstein ("un nombre genial, totalmente judío de Nueva York", dice Freundlich). De hecho, al principio no tenía más que ese nombre, y estuvo un año entero imaginando diversas situaciones en las que el personaje podía verse involucrado. Lo primero que agregó fue el tema de la esposa francesa que lo abandonaba. Luego, la historia se expandió hasta incluir al personaje de Catherine (que fue cobrando una importancia creciente) y el romance.
"Básicamente, se trata de dos personas que han sido terriblemente perjudicadas por otros y acaban por encontrarse entre sí", agrega Freundlich. Y su tema real es una afirmación sobre la importancia que las relaciones tienen en la vida de la gente. La diferencia de edad entre ellos es a su juicio un aspecto secundario de la historia, aunque es inevitable que resulte llamativo.
Freundlich insiste igualmente en que el tema requería del filtro del humor, la ubicación en la borrosa frontera entre el naturalismo y el absurdo. Y se trataba, también, de contrastar dos filosofías diferentes: el básico optimismo del veinteañero (pese a su pasajero bajón), y la madurez un poco más escéptica de la cuarentona.
Catherine Zeta-Jones fue desde siempre la primera opción de Freundlich para el papel de Sandy, y conectó con el deseo de la actriz de hacer más comedia. "Yo quería encontrar una comedia con una especie de humor disparatado y bufonesco, y sentí que la película tenía todos los elementos que estaba buscando", declara Catherine sobre Amante accidental.
"Creo que lo entrañable y universal de esta obra es que el divorcio, las rupturas y pérdidas no sólo le ocurren a las mujeres y tampoco las emociones que salen de ellas", añade la actriz, a quien igualmente le gusta lo que el guión dice acerca de las relaciones humanas. "Cuando se rompen, todo el mundo piensa que no hay esperanzas, que estás en el infierno y que no encontrarás el amor nuevamente, pero se puede", insiste la estrella.
El País Digital