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¿Que opinión tiene Dios sobre el aborto?, ¿que piensan la Iglesia y la masonería?. ¿Cuanto influye la educación en la cantidad de abortos en Uruguay?, ¿Son los mismos requisitos los que se le exigen a una mujer al adoptar que a la que queda embarazada?
Le ley que regula la práctica del aborto en Uruguay, es la 9.763, aprobada el 28 de enero de 1938.
La redacción de la misma estuvo a cargo de los Dres. Dardo Regules y José Trabal. La misma establece que la penalidad para una mujer que se realiza un aborto es de tres a nueve meses de prisión y la pena por quien realice el procedimiento es de 6 a 24 meses. Un juez puede mitigar la condena de la mujer en varias circunstancias. Estas circunstancias incluyen problemas económicos, riesgo para la salud de la mujer, violación o la salvaguarda del honor familiar.
64 años después el tema de la despenalización del aborto sería tratado en el Parlamento. En la cámara de diputados, el proyecto recibió media sanción, esperando la sanción de la cámara de senadores. Ésta trató el tema dos años mas tarde, en 2004. Luego de dos extensas sesiones de debate, en abril y en mayo, la iniciativa fue rechazada, por 17 votos contra 13.
En octubre de 2007 la cámara de senadores trató un nuevo proyecto de despenalización del aborto. La “Ley de Salud Sexual Reproductiva”. Recuerdo la publicidad en los conciertos y las ferias en todo el país, cartones en forma de mano naranjas. Las manifestaciones populares se hicieron sentir, principalmente en Montevideo y eran en apoyo de éste nuevo proyecto. Ese mes tuvieron lugar dos sesiones en las que a la ley de "Salud Sexual y Reproductiva" le fue dada media sanción.
El 11 de noviembre de 2008, el senado uruguayo votó 17 a 13 para aprobar un proyecto de ley que eliminaba las penas para quienes realizaran un aborto, con lo que efectivamente se estaba legalizando la práctica de la interrupción voluntaria del embarazo. No obstante, esta ley fue vetada por el Presidente Tabaré Vázquez con el aval de la Ministra de salud pública María Julia Muñoz, el 14 de noviembre del mismo año.
Existe en la gente una sensación de que al llegar al poder el Presidente de la República, sea cual fuera su orientación, deberá de vetar cualquier ley que permita el aborto por el solo derecho de la mujer.
Lo cierto es que el aborto se sigue practicando, ya sea legal o no. Es común ir a la guardia de un hospital o mutualista y pedir pastillas abortivas. Hay clínicas que practican los mismos y se maneja como mafias.
Personalmente creo que el tema no ha sido definido. Es más creo que hay mas de dos posturas y para ello quiero transmitirles algunas preguntas que no he podido responder.
Aprobar la despenalización del aborto, ¿es estar a favor del mismo?
¿Que papel juega Dios en este tema tan polémico? y ¿que rol juega la Iglesia?,
¿Que opina la masonería?, los Hombes y Mujeres Libres tienen una sola opinión. ¿Cuáles son los intereses económicos detrás de las leyes que regulan la interrupción del embarazo?
En Uruguay el divorcio se da por el simple deseo de la mujer, pero como vimos arriba no sucede lo mismo con el aborto. ¿Sólo el cuerpo de la mujer esta en juego?, ¿que hay del padre?, ¿Qué hay de la vida en su vientre?
Desde 1938 hasta el 2012 no hemos avanzado mucho en éste tema. He decidido adelantarme y consultar a tres jóvenes que han demostrado en varios ámbitos comprometerse y poner lo mejor de si por el bien del país. Representan a la generación que va a decidir el futuro del país. Libres y como he dicho…comprometidos.
He aquí sus opiniones resumidas en breves párrafos:
“No estoy a favor del aborto, estoy a favor de la despenalización. Que se acaben las clínicas ilegales, que todos seamos liberes de elegir y que sea Dios quien juzgue las acciones de quienes elijan esa práctica. El aborto puede ser un pecado pero no debería de ser un delito”.
Soledad García Arocena
26 años, traductora pública, UDELAR
“Estoy en contra de la liberalización del aborto, pero a favor de la despenalización del mismo para casos especialísimos en los que la mujer corre peligro de vida, el feto tenga malformaciones incurables para una vida extrauterina o cuando la mujer fuera violada. Creo que solo para esos casos la ley debería despenalizar el aborto. Ahora, creo que el problema no es solo de la mujer sino de toda la sociedad. Como colectivo, hombres y mujeres deben encarar el problema. Debemos interpretar al aborto como una excepción y que si la mujer llegó a esa instancia fue porque lo hizo consciente y segura. Hoy perfectamente una mujer puede tener un hijo y luego darlo en adopción. Hay legisladores trabajando en este tema para facilitar que más niños sean dados en adopción y en el menor tiempo posible. Permitir el aborto sin ninguna restricción es inviable y jurídicamente cuestionable”.
Agustín Paullier Dacoll
20 años, tercer año de derecho, UDELAR
“De la procreación de un hombre no les parece que en realidad sea responsable nadie. Es sencillamente algo que pasa, “nadie sabe cómo”. Después, de repente, se reclama autodeterminación. Pero es propio del hombre responder libremente de las consecuencias del propio obrar, y no negar esas consecuencias en un acto de rebelión hacia otros seres humanos.
Afortunadamente hoy en día, contamos con ejemplos claros de legislaciones (Hungría, por ejemplo) que están aboliendo este falso derecho para dar lugar nuevamente al derecho que nunca debió dejar de ser protegido: el derecho de todo hombre a vivir.
Una democracia que reconoce el ensañamiento y muerte de infantes nonatos, es una democracia estéril. Una democracia que no venera su fundamento, la tutela a ultranza de los Derecho Humanos ¿Podrá subsistir?”
Pablo Viana
23 años, abogado, UCUDAL